El bodyboard tiene sus orígenes en la más temprana forma de deslizamiento sobre una ola, si exceptuamos el bodysurfing. Diarios de 1778 describen como los hombres en Hawaii cabalgaban las olas sobre tablas tipo paipo.
Siendo Tom Morey el primero en correr una tabla de bodyboard cuando su tabla de surf se partió a la mitad surfeando una de las mejores olas en Hawaii, utilizando la única parte que flotaba al lado de él para correr una ola y salir hacia la orilla. Más tarde, en los 90, se produjo otra revolución en este deporte. Bodyboarders como Guilherme Tamega, Michael Eppelstun o Ben Holland llevaron las acrobacias o maniobras desarrolladas hasta entonces a sus cotas más radicales. Llegándose incluso a desarrollar nuevas maniobras impensables hasta entonces, como Air Roll Spin de Michael Eppelstun.
Hoy en día, el panorama mundial del bodyboard está representado por nombres como los hawaianos Mike Stewart (pionero de este deporte que continua estando entre la elite), Jeff Hubbard (revolucionario bodyboarder por su facilidad y espectacularidad para realizar maniobras aéreas), Spencer Skipper (reconocido como digno sucesor de Mike Stewart por su elegante estilo deslizándose) y el brasileño Gillherme Tamega (reconocido por participación en el desarrollo en este deporte y por su radicalidad). Cabe destacar también, debido a su juventud, radicalidad y su afición por las monstruosas olas de arrecife australianas, un nutrido grupo de jóvenes australianos formado por nombres como Ryan Hardy, Mitch Rawlins, Dave Winchester, Ben Player, Brenden Newton y Damian King.